El Niño y La Niña, según la Organización Mundial Meteorológica (WMO, por sus siglas en inglés) son condiciones anómalas en la TSM en el Pacífico tropical del este, tomando como “anómalo” una elevación (descenso en caso de La Niña) de 0.5 °C o más (-0.5 °C o menos) por encima (abajo) de la media del periodo 1971-2000, durante un trimestre y debe permanecer al menos 5 trimestres con esas condiciones. Lo anterior se debe cumplir en la región Niño 3.4, una de las 4 regiones de monitoreo de TSM (ver EN LA FIGURA) y que sirve como referencia principal para saber si se presentará un evento de El Niño, La Niña o Neutral.

Durante agosto las condiciones atmosféricas y oceánicas continúan mostrando una fase neutra cálida de ENOS (El Niño-Oscilación del Sur). Persisten condiciones de calentamiento frente a costas cercanas a la Península de Baja California y condiciones de debilitamiento en las anomalías de temperatura superficial del océano, principalmente en las regiones 3 y 3.4 de monitoreo de “El Niño”, sin embargo, comienza a observarse un calentamiento subsuperficial del agua en el Pacífico Oeste, aunque este aun no es evidente en la superficie. Por otro lado, en la última semana, se presentaron anomalías de vientos del oeste en niveles bajos (850mb) en parte del Pacífico Central y Oriental, los cuáles pueden favorecer un incremento en las posibilidades de desarrollo de una fase de ENOS positiva. Las anomalías de radiación de onda larga (OLR, por sus siglas en inglés), muestran valores negativos en el norte y noroeste de México posiblemente debido a la presencia del Monzón de Norteamérica, se observan valores negativos hacia el sur y sureste de la República Mexicana y en el Pacífico Oriental asociados a la nubosidad y precipitaciones que se han presentado debido a la formación de ciclones tropicales y al paso de ondas tropicales.